Alexis fue uno de los nombres que aparecieron como una sugerencia en mi buscador al momento de estar investigando sobre víctimas de feminicidio. Casi todos los medios de comunicación habían abordado su caso mencionando la cruel ironía de que Alexis, quien era una chica feminista que abiertamente protestaba contra la violencia de género y los feminicidios, al salir de casa el 7 de noviembre de 2020 para realizar un negocio, ya no regresó más.
Las notas compartían muchos comentarios de sus conocidos, quienes recordaban a Alexis con mucha admiración; la describían como una estudiante brillante, amiga leal y una mujer trabajadora e independiente. Algunos medios digitales compartieron enlaces a publicaciones de Facebook donde ella alzaba la voz contra la violencia machista, lo que me facilitó la ubicación de su perfil. Su muro, ahora convertido en un memorial virtual, conservaba los comentarios de amigos y contactos, lo que me permitió contactar a varias de sus amigas a través de mensajes directos en Instagram.
La única persona que contestó a mi mensaje fue Jenni, quien compartió conmigo que Alexis era una activista comprometida en la lucha feminista, con el deseo ferviente de buscar justicia por aquellos que no pueden hacerlo. Aspiraba a convertirse en abogada, destacándose por su arduo trabajo y su búsqueda constante de oportunidades para avanzar. Más allá de su dedicación al activismo, Alexis también era una alma artística, que disfrutaba mucho de la escritura y el canto. Se habían hecho amigas en Facebook y desde que la conoció la consideró como una mujer muy independiente y optimista. Alexis creía que todo lo que le sucedía era una lección de la vida y lo tomaba de la mejor manera. Era una chica muy alegre y procuraba mucho a las personas que quería.
Navegando a través de su perfil pude encontrar varios post que confirmaban lo que Jenni me dijo y que me permitieron leer en las propias palabras de Alexis su pensar.
En sus redes sociales, Alexis no solo compartía sus preocupaciones, sino que también expresaba con fervor su enojo e impotencia frente a la inseguridad y los feminicidios. A través de estas publicaciones se podía percibir la pasión con la que escribía, y resulta desgarrador y enfurecedor descubrir que ella misma se convirtió en una víctima de la violencia contra la que luchaba.
Vale la pena destacar que Alexis mantenía una presencia amigable en sus perfiles, compartiendo abiertamente sus opiniones. Su afinidad por la escritura era evidente y sus palabras resonaban entre sus amigos, siendo leídas y compartidas por varios de ellos. Este rasgo sugiere que no solo era una comunicadora elocuente, sino que también indicaba un liderazgo innato y me dio la percepción de ser una fuente de inspiración para otros. Además de sus escritos, encontré tres videos que confirmaban su pasión por la música, mostrándola interpretando canciones populares.
Este Futuro Utópico también estuvo marcado por el inesperado cese de comunicación con Jenni en un punto determinado; dejó de responder a mis mensajes. Aunque era un escenario que podía preverse en este tipo de aproximaciones, hasta ese momento no se había presentado. Esta situación me llevó a cuestionar si debía proceder con la creación de la obra en honor a Alexis. Después de una profunda reflexión, opté por seguir adelante, utilizando la información valiosa que Jenni compartió y los elementos que rescaté de los registros en el muro de Alexis. Sentí que estos recursos me permitieron conocer a Alexis de una manera única y especial, aún sin el continuo intercambio de palabras con su amiga.
En la creación de la pieza dedicada a Alexis, me propuse capturar la intrépida intensidad presente en algunas de sus publicaciones, destacando el liderazgo que emanaba de su perfil y explorando, al mismo tiempo, su faceta artística.
A pesar de mi intención inicial de que todas las obras del proyecto se centraran exclusivamente en el sonido, evitando la inclusión de palabras o textos, tomé la decisión consciente de que, para la pieza dedicada a Alexis, el elemento principal sería uno de los textos que ella misma compartió (Imagen 8). Esta elección se fundamenta en el deseo de preservar y transmitir la voz auténtica de Alexis, utilizando sus propias palabras como una ventana directa a su personalidad, sus pensamientos y su valiente expresión en torno a cuestiones de violencia de género.
Para esta etapa del proceso, opté por emplear literalmente la voz de Alexis mientras cantaba utilizando sus propias palabras como material principal para la obra. Descargué los videos disponibles en su muro de Facebook y capturé las publicaciones en las que abordaba temas relacionados con el feminismo. El siguiente paso consistió en solicitar a varias de mis amigas, familiares y conocidas que leyeran los textos y me permitieran grabarlas recitándolos. Esta elección tenía la intención de ilustrar cómo Alexis generaba un impacto en quienes la leían, para luego reproducir esas palabras como una única voz, la de Alexis. Escuchar sus expresiones en las voces de estas mujeres que quiero y admiro resultó sumamente conmovedor, ya que no pude evitar reflexionar sobre el dolor y la rabia que debieron experimentar los seres queridos de Alexis.
Además, para la voz cantando de Alexis, apliqué diversos efectos que incidieron en la altura, la duración y el espectro del sonido, generando así una amplia variedad de timbres. También me embarqué en la tarea de añadir distintas cualidades espaciales mediante reverberaciones y paneos, con el objetivo de conferir más dinamismo a la composición. Estas melodías las concebí como interludios entre las frases que se reproducirían, formando secciones a partir de los textos escritos por Alexis.
En cuanto a la estructura de la pieza, me propuse seguir el siguiente esquema:
Debo confesar que establecí un vínculo especial con la pieza de Alexis, ya que me recordaba mucho a mi hermana, Tania, en varios aspectos. En primer lugar, prácticamente tenían la misma edad, ya que Alexis tendría 23 años y mi hermana tiene 22. Además de esta similitud en la edad, encontré que ambas comparten la ferocidad al expresar sus opiniones. Cuando leí los posts de Alexis por primera vez, pensé que mi hermana podría haber dicho esas palabras. Fue por eso que, al comenzar la obra, decidí que la primera voz, la que representaría a Alexis, sería la voz de mi hermana.
El post de Alexis, en mi opinión, era la mejor manera de recordarla, como alguien que alzaba la voz y luchaba. Por esto, era importante para mí que se escuchara y se diera importancia a cada palabra que usó. Así que dejé la grabación completa para iniciar la obra. En el post hay algunas secciones que quería que tuvieran una importancia especial: el "¿quiénes son ustedes?", el "¿acaso no merecemos más?". Por lo tanto, estas frases estarían más presentes en las siguientes secciones donde se incorporarían las demás voces.
Una vez que concluyó la recitación del texto, decidí incorporar el canto de Alexis. Tomé el audio de un video donde canta un fragmento de la canción "Hallelujah" de Leonard Cohen. Modifiqué ligeramente la voz de Alexis para que no fuera reconocible la letra de la canción y seleccioné una parte de la melodía que pudiera transmitir una sensación celestial. Esta idea surgió a partir de lo que menciona en su texto: "Nadie le va a prohibir a mis ojos la satisfacción de ver el cielo brillar cada mañana". Además, fue inspirada por la respuesta de una de sus amigas a esa publicación:
Así fue como manipulé los materiales de la voz de Alexis cantando para crear escenas celestiales. Apliqué reverberaciones, modifiqué el espectro frecuencial y me enfoqué en hacer que las melodías tuvieran un tono brillante. Además, experimenté con la velocidad de reproducción de estas melodías para evocar la imagen de pájaros o estrellas en el cielo.
Después de la primera intervención de las melodías celestiales, quería que gradualmente se unieran más voces recitando el texto inicial. En esta ocasión, el énfasis de la sección recaería en la frase "Nadie le va a prohibir a mis ojos la satisfacción de mirar el cielo brillar cada mañana", así como "Nadie me va a robar mis sueños, ni arrebatarán suspiros a mi boca que no sean de placer y felicidad". También decidí agregar a estas frases la pregunta que plantea Alexis: "¿Acaso no merecemos más?"
Luego de este momento, se presenta otro interludio con la voz de Alexis simbolizando el cielo, abriendo paso a las voces unificadas recitando nuevamente el texto completo. Esta vez, destaqué fragmentos de cada texto donde sentí una gran emotividad en la recitación, especialmente en aquellos donde todas hablan y protestan contra los feminicidios y la violencia. Inicialmente, consideré dejar esta recitación como la última sección y cierre de la pieza. Sin embargo, me embargaba una intensa rabia y tristeza al pensar en concluir con la última frase de Alexis: “primero muerta antes que dejar que ustedes, seres asquerosos, me maten”. Por esa razón, decidí cambiar su interpretación. Para este futuro que imagino, Alexis no murió ni fue asesinada; se convirtió en el cielo. Así deseaba concluir la pieza, escuchando el cielo, escuchando a Alexis.
Fue así que esta vez decidí tomar algunas de las melodías de las secciones pasadas y las intercalé con una grabación que hice desde mi cuarto. Desde mi ventana (Imagen 13) tengo una vista maravillosa del cielo, por eso decidí grabar desde el lugar donde me senté a escribir y trabajar en los últimos detalles de esta pieza. En este audio se puede escuchar el sonido de los pájaros, del viento, de la escuela que está cerca. En este lugar, aunque nunca hayamos coincidido, podía ver a Alexis.
Como último acto en este recorrido, era momento de compartir la pieza musical resultante con las personas que contribuyeron a su creación. Aunque dudé al considerar escribir de nuevo a Jenni, temerosa de abrumarla con mensajes o de ponerle alguna presión adicional, finalmente decidí compartir la obra con ella, siguiendo la misma práctica que había seguido en otras ocasiones con los otros futuros. Como sospechaba, hasta el momento en que plasmo estas líneas, no he recibido una respuesta y la incertidumbre de su reacción agrega una capa adicional de emociones a este proceso.
El proceso que seguí para Alexis no pudo seguir la misma ruta de comunicación que con los demás futuros y este hecho se ha convertido en una lección fundamental en el abordaje de temáticas tan sensibles. A pesar de estar consciente, desde el inicio, de la complejidad emocional que implica enfrentarse a historias de este calibre, vivir el dolor y la tristeza que estos testimonios representan para los familiares y seres queridos resultó ser una experiencia inimaginablemente dolorosa para mí, algo que también se trata en el siguiente apartado, Alrededor del fuego.
Aunque el sufrimiento ha sido evidente en todos los futuros que he abordado hasta el momento, la situación con Alexis me llevó a cuestionar la continuidad del proyecto de su homenaje. Inicialmente, la comunicación con Jenni parecía estar en orden, y ella mostraba estar de acuerdo con participar. No obstante, su cambio de actitud al evitar mis mensajes y dejar de responder me llevó a suponer que, quizás, no estaba lista para compartir más sobre Alexis debido a razones emocionales. Este descubrimiento me hizo confrontar las complejidades y posibilidades de enfrentar circunstancias tan delicadas y me deja claro que se necesitan muchas herramientas de contención.
Finalmente, aunque la comunicación directa con los seres queridos de Alexis no pudo darse de la misma manera que en otros futuros, mi mayor descubrimiento radica en la capacidad de establecer un vínculo especial a través de las redes sociales y, específicamente, al explorar algunos de los pensamientos y expresiones de Alexis. A través de sus publicaciones y sus palabras, encontré un punto de encuentro emocional que me llevó a construir una representación muy singular y sensible de su historia.